Los hipopótamos y el territorio
Los hipopótamos son reconocidos por su marcado carácter territorial dentro del agua, principalmente durante el día donde velan por su espacio para refrescarse de las altas temperaturas.
Cuando los hipopótamos llegan a la adultez, y existe varios en una misma zona con intenciones de dominar se desatan violentas luchas por imponerse. Aunque los combates son crueles ningunos de los dos enfrentados llega a morir pues uno de los dos se retira para abrir paso al nuevo macho dominante.
Las batallas se desarrollan dentro del agua; hasta el momento no se han reportado combates en tierra pues los paisajes terrestres no se consideran dentro del área definida como propia.
Cuando dos hipopótamos se enfrentan para determinar su territorio, es posible identificar como abren su boca, de forma tal que la separación entre sus dos maxilares demuestre superioridad. Se dice que pueden alcanzar hasta un metro de longitud y que sus colmillos funcionan como armas potentes, capaces de atravesar la gruesa capa de piel de este animal.
Las heridas que recibe el macho durante el forcejeo pueden ser graves; sin embargo, sanarán con rapidez debido a una sustancia de color rojizo que los machos segregan. Tal coloración hizo que en un momento se pensara que los hipopótamos sudaban sangre.
Resulta válido destacar que las peleas inician, generalmente, cuando un hipopótamo joven siente la necesidad de aparearse y encuentra la resistencia del macho dominante. De igual forma, se suceden batallas cuando la hembra intenta proteger a sus crías y hay poca disponibilidad de alimentos.
Cuando un macho queda establecido como dominante no solo tendrá a su cargo gran parte del río o lago donde habita, sino que tendrá bajo su responsabilidad a todas las hembras que vivan en su área, así como a las crías de estas, aunque se reportan casos en que las hembras matan a los machos cuando estos últimos atacan a los pequeños. De esta manera, el macho garantiza, además, su reproducción. Bajo el dominio de un macho puede haber hasta cerca de 30 hembras.
Dentro del área de un macho dominante es posible que convivan otros machos, siempre que estos se sometan al poderío de uno. De tal forma, dentro de la manada, por llamarla de algún modo, se advierte dos grupos: uno para los machos y otro para las hembras. Por su parte, el macho dominante permanece aislado.
Para marcar su territorio, los hipopótamos realizan un giro alrededor del área que les compete y levantan la cola, al tiempo que defecan u orinan. Esta actitud permite que sus excrementos se expandan y alerte a los otros machos quién es el jefe en esa área.
Como se ha dicho anteriormente, los hipopótamos permanecen todo el día en el agua para protegerse de los rayos de sol; tiempo que aprovechan para desplazarse por el río dando pequeños salticos y revolcarse en el lodo.
En horas de la noche este animal sale a la tierra para alimentarse del pasto que crece a lo largo de ribera, aunque también pueden alimentarse de plantas acuáticas. Aunque el macho dominante permanece solo durante el día, en el agua, es común ver a los machos reunidos en grupos al salir a comer sin ninguna conducta agresiva. Esto guarda relación con el hecho de que la tierra escapa a los límites territoriales.
Anteriormente se ha explicado que los hipopótamos solo asumen conductas agresivas cuando se encuentran en el agua y se sienten amenazados. Esta es la razón por la que en muchas ocasiones atacan las canoas que atraviesan los ríos.
